El 13 de mayo Los Pilares cumplió 43 años y, dado que no pudimos festejarlo en el colegio, pensamos que la mejor forma de celebrarlo era estando cerca de los demás y contagiando alegría. 

 

Para prepararnos bien, la movida empezó los primeros días de mayo. A cada clase se le asignó un proyecto, el cual debían trabajar e investigar para generar un producto final que pudiera ser un regalo que contagiara alegría a los que más lo necesitan. 

 

 

A primer año le tocó cocinar galletitas para el personal de salud del hospital Pereira Rossell. Para eso investigaron sobre el hospital, el cual queda en el barrio del colegio. Invitaron a clase a Belén Galain, médica del hospital, quien les contó sobre su trabajo y la atención que reciben los niños allí. Finalmente, con ayuda de las maestras y mamás aprendieron a decorar galletitas. También escribieron muchos mensajes de agradecimiento para los médicos y enfermeros. 

 

Segundo año se comprometió a cocinar bizcochuelos para donar a Sembradores (Chespi), una organización que da alimento a las personas en situación de calle. Para eso invitaron a clase a Juan Pablo Zorrilla, papá de Paulina, quien el año pasado salió muchas noches a entregar comida con Sembradores, quien les contó sobre esa experiencia y las carencias que viven estas personas. También tuvieron la visita de Caio Inciarte, chef y papá de Alfonsina, quien les enseñó una rica receta de bizcochuelo para cocinar. 

 

Las alumnas de tercer año debieron escribir cartas para los ancianos del residencial Santa Isabel. El objetivo era que dichas cartas les recrearan su infancia. Por esta razón, investigaron el estilo de vida y costumbre de los años previos a 1950. También tuvieron la oportunidad de conversar con Miriam Ramos, enfermera especializada en la tercera edad, quien les contó sobre las caracteristicas de la edad adulta y lo que les hace feliz. 

 

El proyecto de cuarto año estaba relacionado con el de tercero. Ellas debían hacer dibujos para acompañar las cartas de tercer año. Por eso también investigaron sobre los años previos a los años 50. Invitaron a clase a Jimena Carriquiri, mamá de Clara y médica, que tiene un residencial de ancianos. Les contó que lo que hace más feliz a las personas mayores es estar con su familia. 

 

A las alumnas de quinto año les tocó confeccionar kits de entretenimientos para los niños internados en el Pereira Rossell. Para ello solo debían utilizar materiales que tuvieran en sus casas. Así pusieron a prueba su creatividad. Conversaron con Ana Carolina Durán, exalumna y pediatra, que trabaja en el hospital. Les recomendó que en cada set incluyeran una dedicatoria. "Los va a llenar de felicidad porque son niños que, a veces, no tienen personas que les manifiesten cariño". También invitaron a Chiara Gallino, exalumna, que solía visitar a los niños internados allí. 

 

El proyecto de sexto año consistió en grabar un video con una canción dedicada a los ancianos del residencial Santa Isabel. Para conocer mejor los gustos e intereses de los abuelos, invitaron a clase a Julieta Arnaiz, exalumna y geriatra. La canción elegida para grabar fue Chiquillada, que tanto le gusta a las personas mayores. 

 

A su vez, las alumnas de primero de liceo se comprometieron a cocinar galletitas para los ancianos del residencial. Invitaron a clase a Florencia Regules y a Milagros Varela, ambas exalumnas con distitnos emprendimientos gastronómicos, que les enseñaron diversas recetas y cocinaron en vivo con ellas. En clase de Business diseñaron un packaging personalizado para cada abuelo, que iría junto a una carta y un dibujo de tercero y cuarto año, respectivamente. 

 

Las alumnas de tercero de liceo se encargaron de confeccionar tapabocas para donar a Sembradores y entregar a las personas en situación de calle. Para eso invitaron a clase a Lucía Brignioni, licenciada en Bioquímica, quien les contó sobre la importancia del uso del tapaboca y el modo correcto de usarlo. También conversaron con Magdalena Zorrilla, exalumna que el año pasado salió muchas veces a entregar comida con Sembradores. Lo más divertido fue la clase con Nené, nuestra recepcionista, que les enseñó a confeccionar y coser tapabocas. 

 

En tanto, las alumnas de cuarto de liceo se comprometieron a tejer bufandas para las personas en situación de calle. Para conocer más sobre su realidad, invitaron a clase a Julieta Bistolfi, directora de la fundación Nuevos caminos, cuya misión es ofrecer a estas personas un hogar transitorio y ayuda para la reinserción laboral. También contaron la ayuda de María Angélica, del departamento de Mantenimiento y Logísitca del colegio, quien les armó un tutorial para enseñarles a tejer. 

 

Con toda esta preparación, el 13 de mayo nos tocó salir a repartir todo lo que teníamos para entregar y regalar. La pandemia no nos permitió estar en contacto directo con los destinatarios finales, pero igual pudimos hacerles llegar nuestro cariño y contagiarles alegría. Fue un día único, del cual nosotros también disfrutamos mucho. 

 

¡Feliz cumple LosPi! ¡Por 43 años más!