Me piden que escriba algo sobre la Navidad para la web del colegio. Inmediatamente me vienen a la cabeza unas palabras del Evangelio que se lee el día de Navidad, en la Misa de la noche: “… y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el aposento” (Lucas 2, 7). Palabras que tienen un paralelismo muy grande con estas otras que se leen en el Evangelio de la Misa del día: “Vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron. Pero a todos los que lo recibieron les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios” (Juan 1, 11-12).

Ahora me vienen a la cabeza unas palabras de San Josemaría que se encuentran en un libro de homilías titulado Es Cristo que pasa: “No me aparto de la verdad más rigurosa, si os digo que Jesús sigue buscando ahora posada en nuestro corazón”.

Mi deseo es que todos y cada uno de los miembros de las familias del colegio se dispongan a recibir al Señor en esta próxima Navidad. Que Él encuentre un lugar digno en los corazones de todos nosotros. Para eso les recomiendo que repitan esa oración que saben de memoria todas las niñas del colegio: Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los santos.

Procuremos recibir al Señor en la Comunión el próximo 25, bien preparados. Acudamos antes, si es preciso, al Sacramento de la Penitencia. Y entonces esta Navidad será verdaderamente para todos una feliz Navidad.

Padre Miguel Angel

Capellán.